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El impuesto al sol, ¿una estrategia disuasoria?

Hasta el momento no tenemos constancia de que se esté pagando el impuesto al sol, pero sí que existen peajes que se tienen que pagar, según la potencia que vaya a instalarse. Los Hoteles presentan un consumo eléctrico mínimo elevado porque consumen energía casi 365 días al año en climatización, iluminación, agua caliente sanitaria y otras actividades como preparación de comidas, piscinas, etc. Además es bien sabido por todos que el precio de la electricidad ha crecido en los últimos años de media en torno al 6,5% según datos CNE.

No obstante, por fin, empieza a haber Hoteles que dentro de sus planes estratégicos de eficiencia e independencia energética optan por producir su propia electricidad, implantando sistemas de autoconsumo fotovoltaico para cubrir entre un 15-25 del total% de la demanda energética. Nos preguntamos entonces; ¿es rentable y viable instalar energía solar fotovoltaica o son casos aislados?

Lo primero es aclarar el comúnmente llamado impuesto al sol. ¿Existe de verdad el impuesto al sol? Todo hace apuntar a que el impuesto al sol es una estrategia disuasoria por parte de la Autoridades. Es más, algunas de las principales empresas energéticas del país ya lo ofrecen masivamente a nivel doméstico y están empezando a extenderlo a nivel de PYMEs.

Contando estos peajes, el retorno de la inversión para hoteles  suele estar entre 6 y 8 años, con el consiguiente ahorro energético y económico desde el primer kWh producido. Siguiendo con temas de rentabilidad, los precios de la fotovoltaica han descendido desde 2015 hasta en un 80% por W pico instalado. Lo cual ha llevado a convertir en un producto rentable sin necesidad de las primas del gobierno, con toda la incertidumbre económica generada por la retroactividad legislativa para huertos solares de venta a red. Así se ha transformado en un producto de ahorro. Otro detalle, no menor, que debemos tener en cuenta es el efecto que en el medio ambiente en lo referente a reducción de CO2 y el impacto que tiene en la decisión de mucho clientes europeos a la hora de decidirse por un Hotel u otro.

Dependiendo de cada Comunidad Autónoma, existen ya subvenciones e incentivos bonificados por el Gobierno. Estos incentivos se dan en forma de préstamos bonificados de interés cero por un máximo de 100.000 €, a devolver en siete años. Y el Gobierno de Andalucía llega incluso a subvencionar una parte de la instalación. Existen además otras formas de financiarse, como por ejemplo el renting.

Estas son desde nuestro punto de vista, solo algunas de las razones por las cuales, el sector hostelero, con una previsión de permanecer en el negocio más de 7 años debería plantearse una instalación fotovoltaica para autoconsumo. El ahorro más la reducción de las emisiones contaminantes de CO2, el fomento de la generación distribuida de electricidad, la ayuda a aliviar las redes eléctricas y reducir en definitiva el precio de la luz, son argumentos de peso.

Es una oportunidad única de limitar nuestra dependencia del sistema eléctrico tanto técnica como económica evitando además todo el poder sobre un bien básico se concentre en unas pocas y grandes empresas.