vivienda sostenible

Viviendas sostenibles ahorran energía desde el primer momento

Apostar por las viviendas sostenibles es la solución a la subida de costes energéticos año tras año y a la necesidad de acometer una rehabilitación energética prematura, cuando vivimos en viviendas convencionales. A la hora de construir viviendas sostenibles el diseño de las instalaciones es fundamental y determina el consumo de energía de las siguientes décadas. El diseño contempla la implantación de sistemas eficientes, pero es casi más importante todo lo que concierne al mantenimiento de la temperatura interior: la capa de estanqueidad, los puentes térmicos, el aislamiento, etc.  El especialista en eficiencia energética revisa la correcta aplicación de las medidas, imprescindible para evitar pérdidas innecesarias de energía a posteriori.

Aunque para el promotor de un proyecto es necesario controlar los costes de construcción, para el propietario de la vivienda son los gastos mensuales los que marcan la diferencia a largo plazo, pues después de unos pocos años las ventajas de un edificio energéticamente optimizado frente a uno convencional son muy notorias. Por tanto, las diferencias en costes entre ambas alternativas se compensan en la mayoría de los casos dentro de los primeros años.

Principales aspectos de planificación

Para planificar un edificio desde la eficiencia energética se empieza por las medidas en la envolvente. Un sistema de control      energético en las viviendas sostenibles proporciona la entrega de energía demandada de forma eficiente. Por otro lado, el uso de energías renovables favorece el balance energético.

A continuación, hacemos un resumen general de los aspectos más importantes para la planificación de viviendas sostenibles:

 Construcción compacta

Se pierde menos energía a través de la envolvente. Un adosado cuenta con menos superficies exteriores que una vivienda aislada. Las viviendas aisladas en cambio tienen que disponer de mejor aislamiento térmico para conseguir la misma calidad energética.

Excelente aislamiento térmico

Una envolvente bien construida eleva el confort de habitabilidad ya que mantiene el calor en invierno dentro y en verano fuera de la casa. El coeficiente U, también llamado coeficiente de transmisión de calor es una medida para indicar la pérdida de transmisión de calor de un componente de construcción. Cuanto menor sea el valor, mayor será el aislamiento. Para conseguir un buen resultado hay que procurar el aislamiento total de las superficies exteriores, incluyendo tejado y sótano.

 Ventanas eficientes

La calidad energética de ventanas ha mejorado mucho en los últimos años. La selección del acristalamiento y el uso de un marco de ventana aislante son fundamentales. Las ventanas de alta calidad no superan el valor total de Uw=1,0 W/m2K.

Evitar puentes térmicos

Los puentes térmicos son puntos de la envolvente dónde a menudo se detectan las mayores pérdidas de calor, lo cual se percibe sustancialmente en el interior de la vivienda, incluso cuando las temperaturas exteriores son moderadas. Este es un problema persistente en el sector de la construcción. Sin embargo, existen hoy en día técnicas para minimizarlos o incluso evitarlos.

Espesor de la envolvente

Un buen acabado debe ser hermético y evitar la penetración de aire húmedo en el interior  que incluso puede conllevar daños estructurales. El “Blower-Door-Test” es una prueba para medir el sellado de las juntas y consiste en crear un vacío de forma artificial para medir la cantidad de aire que entra a través de las juntas en el edificio.

Calefacción de bajo consumo

El sistema de calefacción de las superficies de transferencia de calor tiene que ajustarse según el requerimiento de calor real. Por lo general, para una casa individual optimizada energéticamente una potencia de aproximadamente de 4 a 6 KW debería ser suficiente para abastecer la demanda energética, siendo la climatización la que mayor parte concentra. Se recomienda el uso de sistemas de calefacción de superficie (suelo o pared radiantes), bombas de alta eficiencia así como aplicar un buen aislante en todas las tuberías.

Ventilación confortable

En cuanto a la calidad del aire ambiental y el consumo energético se recomienda el uso de una ventilación mecánica. Los sistemas con recuperación de calor, permite aprovechar el calor que despiden al exterior los equipos en funcionamiento y reducen considerablemente el gasto energético. Además, el mantenimiento periódico es crucial, alarga la vida útil y mejora la eficiencia de los equipos.

Utilizar energías renovables

La energía solar térmica, el biogás, la biomasa o la energía geotérmica son técnicas que se aplican para calefacción y calentamiento de agua en las nuevas construcciones. La solar térmica es obligatoria para edificios de nueva construcción en España y se usa como apoyo para el calentamiento de agua y calefacción. Al igual que esta tecnología, es cada vez más habitual la calefacción alimentada por gránulos de madera conocida como Biomasa.

 

Cada promotor fija sus prioridades en cuanto a la proyección del edificio y medidas de ahorro energético. No existe una propuesta una sola solución energética válida, ya que hoy día existe mucha versatilidad para conseguir el mismo objetivo. Por ello constructoras y arquitectos buscan ingenierías especializadas en eficiencia energética que les asistan en el diseño sostenible tanto en unifamiliares como en edificios de apartamentos de nueva construcción.

Perspectiva en próximos avances

Es evidente que en los últimos años se percibe una tendencia alcista en el sector de arquitectos que apuestan por viviendas sostenibles e inteligentes con sistemas especializados en gestión energética. Asimismo existe una demanda creciente de viviendas eficientes por parte del público extranjero residente en España. En el caso de las viviendas pasivas la demanda energética es tan reducida que casi ni requieren un sistema de calefacción tradicional. De hecho, existen ejemplos donde el sistema de ventilación asume la distribución de calor de manera eficaz y eficiente. Un tema de actualidad en la investigación energética se centra en conseguir edificios de energía cero (EEC), donde el consumo de energía de la red sea casi cero, pero también existen ejemplos de casas que producen incluso más energía de la que consumen. Por parte de la administración pública hay un apoyo evidente fundamentalmente impulsado por la Unión Europea, fomentando la construcción de viviendas sostenibles. Se prevé que todos los edificios nuevos serán  “edificios de energía casi nula” hacia el 2021.